miércoles, 5 de septiembre de 2007

¿Seguir el corazón?

Anoche te dije que mis silencios no se debían a que estuviera preparando qué decir. Después de haberte amado por cuatro años simplemente ya no debo preparar nada... sólo debo dejar que mi corazón se conecte con mi cerebro para transmitirte un mensaje.

Pero el bruto ese no entiende muchos de los impulsos y se pierde una buena parte del mensaje. Sigue siendo como un barquito perdido en el mar, sin norte, sin brújula y sin capitán. Tú perdido en un mar de palabras que te digo, sin norte, sin brújula y con capitana.

La marea sube y sube mientras yo te miro embelesado y pienso, miro atrás y veo el gran camino que he recorrido durante todo este tiempo tratando de llegar a ti sin lograrlo. Que si te amé, que si te amo o te olvido y te odio por no quererme, que si te invado sin que lo notes como el aire o si me alejo de plano y me voy con mis lágrimas a otra parte... que si ahogo todo este sentimiento en ese mar tan heterogéneo lleno de sabores dulces y amargos, ácidos, salados, inidentificables, tristes, más tristes... suicidas... esperanzadores.

Y el equipaje ahora es más liviano. Ahora que he dejado tirados por el camino los elementos que más hacían peso. Ahora que me quedé con las sonrisas que me provoca el recordarte y me deshice de la rabia que me produce tu silencio. Ahora que me quedé con lo poco que sé de ti y me deshice de las preguntas sin respuesta y de las respuestas sin pregunta.

Ahora es más bello porque puedo caminar y bailar a la vez mientras sigo recorriendo el camino. Ya no estoy tan cansado. Creo que he asumido ese camino como el único que debo y quiero recorrer. A pesar que éste siempre lleve al mismo punto: Ninguna parte. Y luego vuelvo a empezar cuando me das una probadita de ese cielo que debe ser estar contigo para siempre.

Pero de pronto me siento extraño con todo esto... y me tiro a un lado del camino, sólo y triste. Como si tuviera hambre y ya no pudiera continuar y entonces mi instinto maternal por ese mar que he venido pariendo desde que empezaba el curso de Cálculo Vectorial conquista la situación y me pongo a alimentarlo a punta de lágrimas, cartas sin destinatario, palabras con emisor y canal pero sin receptor.

Y me preguntas que por qué tanto tiempo. Tanto tiempo... si contigo me siento eterno. Te digo que ya no quiero seguir así y que voy a tomar el primer bus que me pase... y tú me dices que siga mi corazón, mientras lo acaricias y me lo muestras y sales volando con él a sabiendas que yo sólo puedo correr con una sonrisa de estúpido tras de ti.

Si siguiera mi corazón estaría corriendo en círculos detrás de ti mientras sigues volando